Diseñe, implemente y gestione su estrategia de modernización de aplicaciones y espacios de trabajo

La crisis del último año ha acelerado el camino de la transformación digital iniciado por las empresas, trazando un cambio profundo entre aquellas realidades más avanzadas que han sido capaces de moverse fácilmente y las que ya llegan tarde para retrasar las decisiones estratégicas de modernización.

Los primeros pudieron responder rápidamente al nuevo entorno macroeconómico porque ya estaban en condiciones de:   

• Reducir el tiempo de comercialización para el lanzamiento de nuevos productos y servicios;
• Acelerar la innovación y permitir una mayor diferenciación;
• Crear nuevas experiencias para clientes, empleados ysocios;
• Mejorar la seguridad y el cumplimiento para una gestión de riesgos más eficaz.

Ciertamente,  la adopción en la nube como modelo de entrega desempeña un papel importante en los procesos de transformación empresarial,   lo que también ofrece a los desarrolladores la capacidad de crear aplicaciones modernas, escalables y resilientes.  Los requisitos de las nuevas generaciones de aplicaciones están impulsando inversiones estratégicas en infraestructura y la nube, y la creciente complejidad de estas mismas aplicaciones está impulsando la adopción de entornos en la nube públicos y multinube.

A continuación, la pandemia aceleró la migración a nuevas formas de trabajo y colaboración, habilitadas por la nube. Una vez más, las empresas que han adoptado  durante mucho tiempo la nube se han encontrado con una clara ventaja.

En este nuevo entorno, donde la velocidad de innovación a menudo  está determinada por la velocidad de prestación de nuevos servicios en la nube,  el riesgo es añadir complejidad y costes que podrían frustrar los beneficios esperados. Por lo tanto, es esencial que las empresas se enfrenten a un modelo de gobierno que tenga en cuenta:

• Arquitecturas multicloud y la integración de diferentes servicios;   
• La velocidad con la que se desarrollan, implementan y gestionan las aplicaciones;
• Cumplimiento y seguridad de los datos creados y procesados por aplicaciones y plataformas;
• Riesgos de entornos cada vez más híbridos y distribuidos.